30 octubre 2006

Carta a un amigo

Querido amigo:

Hace mucho tiempo que no hablamos. Lo último que nos queda en común es un triste correo electrónico, en el que te escudas bajo ese sobrenombre.

Aún recuerdo todos aquellos momentos que pasamos juntos. Esa amistad construida con el paso de los años que nos deparaba cada día sonrisas, recuerdos inolvidables para los dos. Los dos hemos crecido juntos, hemos aprendido muchísimo el uno del otro y esta amistad forma parte de nuestra historia particular, esa historia que nadie nos puede quitar.

Pero desde el día en qué reconocí mi amor por ella, nuestra relación cambió totalmente. Pasamos de ser mejores amigos a perfectos enemigos. Tanto tú como yo sabemos que, desde ese día, no nos volvemos a mirar igual. Nos comportamos como dos caballeros medievales luchando por el amor de una doncella, con la única diferencia de que en este caso era ella la que decidía el desenlace. Pero no fue el final de la batalla el que acabó con nuestra amistad, ella fue la que, desde el momento en el que apareció, partió con una lanza todo en dos. Nadie tuvo la culpa de lo sucedido. Cuándo aparece el amor no se le pueden poner barreras, es un sentimiento incontrolable que me cautivó y me arrastró como un huracán, anteponiendo el amor a la amistad.

Hoy, mientras ella descansa en mis brazos me he acordado de ti. He recordado todos los buenos momentos que pasamos, pero también he valorado todo lo que he ganado desde aquél día. Y por eso te escribo, porque hoy ya soy capaz de mirarte a la cara y decirte que no me arrepiento de nada de lo pasado. Me gustaría que volviéramos a vernos y habláramos cómo si ella no se hubiese interpuesto en nuestro camino, pero es imposible, tu orgullo te lo impide. Por eso te escribo, porque aunque no vaya a cambiar nada, me gustaría que recordaras que aquí has tenido un amigo.

David Guerrero
Dedicado a todas esas personas que he considerado amigas a lo largo de mi corta vida, y que a día de hoy, ya no lo son.

22 octubre 2006

Despertar

Desperté en la cama y noté su esencia, que me decía que no estaba solo. Su olor, que la hacía única, inundaba la habitación. Ni tan siquiera tenía que girarme para saber que estaba allí, pero lo hice para contemplarla mientras dormía ajena a todo. Pasé mis dedos por su pelo suave y rubio que le tapaba la cara. Se despertó y abrió los ojos. Esos ojos azules me miraban de una manera tan cálida y cautivadora que invitaban a reposar y perderse en ella. Los rasgos de su cara, de facciones delicadas, acordes con la calidez de sus ojos, eran una alegoría a la tranquilidad. De sus finos labios salió un “buenos días” que me devolvió a la realidad de la que me había evadido mirándola. Me dirigió una sonrisa y se levantó.



Era encantadora, casi siempre con una sonrisa en su boca. Tenía un carácter fuerte y de un gran impulso, pero siempre me acababa demostrando su cariño y su calor. Me lo demostraba día tras día, con sus palabras, con sus gestos y con sus acciones. Era miedosa e insegura de si misma y pecaba de soñadora e ingenua en algunas ocasiones, pero en los últimos años debido a su edad había madurado mucho y poco a poco fue dejando atrás miedos e inseguridades que le impedían seguir adelante. Disfrutaba comprando ropa y libros, viendo series americanas y leyendo, y los dos éramos felices recorriendo las calles de Barcelona, esa ciudad que había visto nacer nuestro amor.


Mientras se dirigía al baño me encanté otra vez contemplándola. Desbordaba sensualidad y su cuerpo, como el de una princesa, me hacía creer la persona más afortunada del mundo. Lo soy, estoy seguro de que lo soy.

David Guerrero

18 octubre 2006

Porque lo sé

Porque sé que a este amor le pertenecen

los días que me faltan por vivir,

la realidad con su mirada inhóspita,

el deseo que nace de los sueños.


Porque lo sé, porque ya casi todo

pertenece a este amor,

como las realidades que viví,

como los sueños que me quedan.

Luís García Montero

15 octubre 2006

Taller de escritura

El martes después de pensármelo unos días, me apunté media hora antes de que empezara a un taller de escritura. El curso empezó el año pasado, es en Molins, y debido a la buena aceptación que tuvo, este año hacen la segunda parte. Y finalmente me he incorporado. El martes empezamos y salí bastante satisfecho de allí. A lo mejor cuelgo algún texto que escriba y que me guste a partir de ahora.

Mis pretensiones no son llegar a ser ni un Kafka, ni un Gala, tampoco un Zafón. No quiero ser escritor, pero si que quiero aprender técnicas de escritura y consejos para escribir mejor. Porque que no quiera ser escritor de éxito no quita que no quiera ser escritor amateur. Me gusta escribir por gusto.




Voy a dejar un pequeño ejercicio que hicimos allí. La profesora (que es escritora profesional) nos dice una palabra, y tenemos que escribir tres líneas, o poco más, dejándonos llevar, sin pensar. La palabra en este caso fue:

Deseo...

El amor va unido al deseo. Amar es desear. El deseo de estar juntos, deseo de sentir su piel, deseo de acariciar su pelo, deseo de escuchar un te quiero, deseo de ver llover sin importar el paso del tiempo. Deseo de ser felices juntos.

08 octubre 2006

El FICEB no es solo porno

Las mejores imágenes del Festival Internacional de Cine Erotico de Barcelona (FICEB) son las del público que acude a este festival.


Las mejores imágenes son las del público que observa a las actrices porno con lascivia, con envidia a los actores y con un brillo especial en los ojos cuando consiguen ser los protagonistas del espectáculo. ¿No veis la felicidad en los ojos de la gente de estas fotos? Son felices, ¡están disfrutando!

Creo que si algunas personas fueran a festivales como éste serían más felices. La cara de amargados e infelices estoy seguro de que la dejarían en casa la tarde que acudieran allí. Sustituirían el mal humor por la sonrisa en la boca, y la amargura por el deseo sexual.

Estoy seguro de que el problema de este país es que se folla poco, y si con el FICEB podemos arreglarlo un poquito, hay que apoyar estas iniciativas más allá del puro significado sexual que tienen.

Muchos políticos y gente de la calle podrían pasarse por allí y a ver si eso les ayuda un poco a mejorar. Y sino que follen en su casa, se masturben o se vayan a un prostíbulo. Pero de lo que no hay ninguna duda es que un buen polvo le iría bien a mucha gente.

03 octubre 2006

Podría hacer muchas cosas

Podría escribir sobre mis impresiones en la universidad.

Podría comentar y/o criticar muchos temas de actualidad.

Podría poner la letra de alguna canción.


Podría explicar cualquier cosa.



Pero no puedo, en el poco tiempo libre del que disfruto este año todas mis palabras se desvian a un correo electrónico en vez de ser publicadas aquí. Paso por una etapa de inspiración a un nivel que no quiero reflejar en el blog, que aunque ya tenga fama de plasti, no quiero ganarmela más todavía.

Pero volverán las ideas y la inspiración para escribir aquí sin perder la otra. Estoy seguro de que volverán pronto...