22 febrero 2007

Recuerdos de un viaje

- Éste es un lugar mágico, en un momento mágico. Saca la cámara de fotos.

...

- ¡Mierda! No quedan pilas.

- Vamos a comprar.

- ¿Ahora? ¡No! Vamos a hacer otra cosa. Relájate y disfruta del momento. Observa el sol, las sombras, los árboles, el mar, la catedral... tu, yo. Este atardecer está creado para nosotros. Solo lo estamos viendo tú y yo, somos los protagonistas de esta historia, y el resto del mundo meros espectadores.

- Abrázame.

- Ésta es una imagen única, un momento que no se va a volver a repetir, a no muchos kilómetros de casa pero con el mar como una barrera insalvable. Una barrera que nos aísla de la rutina, de la vida de cada día, y nos une a los dos en un mundo que no existe, un mundo en el que quiero que te aísles cuando no esté a tu lado, cuando necesites un abrazo. Siempre que estés triste, recuerda este viaje.

- Bésame.

...

- Quisiera detener el tiempo, que este instante fuera infinito.

- No puedes. Pero vamos a retener esta imagen con nuestras retinas, y vamos a recordarla toda la vida, ¿vale?

...

- ¿Sabes? Estos dias estan siendo unos de los mejores de mi vida.
Te quiero.

- Yo también.


Y el sol se convirtió en el único testigo impasible del momento.

12 febrero 2007

Coleccionista

Él se creía Dios. Desde mi paso por un colegio de curas estoy seguro de que Dios no existe, y por eso, desde el primer momento sabía que iba a fracasar en su intento.

Él era un bohemio, un infeliz que ahogaba sus penas en noches de alcohol, días de fracaso y resacas empañadas con letras incoherentes y sin sentido. Se veía capaz de tirarse a toda mujer que pasara por su vida, y creía que el amor no era más que un juego. Un juego en el que una pieza jugaba con la otra, la destrozaba a ella y su entorno. Y luego decidía cambiar de oponente y jugar al mismo juego pero con otra pieza, convirtiéndose en una especie de coleccionista.

Pero apareció ella y rompió todos los esquemas concebidos. No consiguió dormir entre sus piernas y lo máximo que consiguió fue un furtivo te quiero en una oscura noche de soledad. Nunca rozó sus labios, ni sintió el calor de su abrazo, ni tan siquiera les quedó el mismo olor de bar en el que dos amantes se encuentran.

Fue un fracaso, un fracaso anunciado y que finalmente se hace efectivo, atacando al orgullo herido y dejando dolor y olor a carne herida en una relación. Pero no ha conseguido romperla, hoy se ha hecho por fin efectivo el ocaso de un dios.

Uno menos a quien rendir tributos y devoción, un ser que deja de estar presentes en las conversaciones de cada día y en la cotidianeidad como un profunda llaga que nunca se cura, pero en la que finalmente aparece un doctor, un poco borde pero efectivo, y encuentra la solución.

Adiós coleccionista de fracasos.

09 febrero 2007

Fira de la Candelera

El pasado fin de semana se celebró como todos los años por estas fechas la Fira de la Candelera en Molins de Rei. Se trata de una fiesta tradicional de interés cultural que se celebra desde hace 156 años. Se inició como una fiesta agrícola pero a día de hoy acoge todo tipo de actividades y recibe a cerca de medio millón de personas cada año.


Y por supuesto, Radio Molins de Rei, sale a la calle a ser partícipe de la fiesta. Durante todo el fin de semana hace una programación especial con programas en directo desde el stand, que este año se encontraba situado en la céntrica Plaça Catalunya, justo enfrente de la Casa de la Vila.


Después de pasarme todo el viernes por la tarde y las mañanas del fin de semana trabajando en la megafonía tenía ganas de que llegara el domingo por la tarde para ponerme delante de un micrófono y dar algo más que un aviso; ponerme delante del micrófono a hablar, a transmitir emociones, sensaciones... a hacer radio.



Fueron tres horas de directo agotador. Con conexiones en directo, desplazamientos de punta a punta del pueblo en cuestión de minutos... un ejercicio de improvisación radiofónica, en la que lo único pautado eran las canciones y los lugares a los que ir. Pero los nervios del primer momento se diluyeron en las primeras palabras y las tres horas se quedaron cortas. Nos desplazamos entre los que hicimos el programa a los puntos más importantes de la feria, hablamos con la gente, con los organizadores y llevamos la música de los conciertos en directo a través de las ondas radiofónicas a lo largo del programa. Nos los pasamos genial, fue totalmente espontáneo y disfruté haciendo lo que más me gusta.

Y por supuesto, gracias a los dos de la foto, porque ese programa sin ellos no hubiera sido posible. Maria y Oreig, ¡gracias!