16 septiembre 2008

SER becario, toda una experiencia

Ha sido un verano raro. Durante semanas estuve preparando todo para perfeccionar mi inglés (que falta le hace) en Estados Unidos, pero acabé en la redacción de la Cadena SER Penedès - Garraf, en Vilafranca del Penedès, a unos 6.000 kilómetros de Nueva York. Fue escuchar la palabra SER, becario, verano y se esfumaron todos los planes.

Entré en la facultad a estudiar Periodismo con un objetivo: ponerme algún día delante de esos característicos micrófonos amarillos. Era una oportunidad que no podía dejar escapar aunque ni tan siquiera cumplía los requisitos (buscaban estudiantes de segundo ciclo, y a mí todavía me faltaba un curso para ello). Pese a ello me dejaron hacer las pruebas, y sonó la flauta. Dos días después, una llamada confirmaba que había sido uno de los elegidos para ser becario durante el verano. Una llamada que llegó cinco minutos antes de entrar a hacer el examen de inglés en la Escuela Oficial de Idiomas. Como decían los de ADN, todo está conectado.

La verdad es que estos dos meses y medio como becario darían para escribir posts durante unas semanas. Ha sido un verano sumergido en el microcosmos de la SER, con infinidad de anécdotas y aventuras para explicar. Un verano que empezó como becario auténtico haciendo un par de piezas cada día, y ha acabado con un servidor presentando la desconexión territorial de Hora 14. Son las cosas que tiene trabajar en una delegación pequeña: muy poco personal y mucho trabajo. Y si las circunstancias dejan la redacción en manos de tres becarios durante un mes, y de tan solo dos durante 15 días, la cosa llega a límites insospechados. Pero no lo digo como algo negativo, ni mucho menos. Ha sido una oportunidad para aprender mucho (totalmente autodidacta) y para disfrutar trabajando de lo que más me gusta, haciendo y deshaciendo a nuestro gusto.

Hoy, el primer día alejado de lo que ya era rutina he echado de menos la lectura de rigor de los periódicos, la lista de temas del día, la búsqueda de noticias para levantar, la preparación de entrevistas, las ruedas de prensa vespertinas y las constantes y eternas llamadas. Y cuando han llegado las dos del mediodía me ha faltado el subidón de adrenalina de la noticia que llega a última hora y hay que meterla como sea en cinco minutos. Muchos recuerdos que quedan atrás.


Todos sabemos que en esta profesión los horarios solo quedan escritos en un papel y se acaban haciendo más horas. Es un trabajo que te quita mucho, pero te da mucho más. De estas semanas me llevo una gran experiencia, pero también la amistad de las compañeras con las que he compartido horas y horas en la redacción y al teléfono. Que tampoco va a ser trabajar todo el rato. Y mira que nos lo hemos pasado bien...

Y cuando faltaban diez segundos para las dos y media me decía a mi mismo: Continuen informats aquí, a la Cadena SER.

4 comentarios:

C.F.R dijo...

A veces los veranos raros son los mejores veranos. Felicidades por esta experiencia en la SER! Espero que nos cuentes esas anécdotas en breve!!

El del Gel ;-) dijo...

Manito, soy yo! me conoces verdad? Llevo tiempo alejado de todo esto puesto que en junio nos trasladamos a la casa nueva y todavia estoy esperando a que los de Telefonica se dignen a ponerme linea y claro sin linea como que no hay internet jaja (me rio por no cagarme en todo)

Y hoy bajo a casa de mi hermana con un poco de tiempo y que veo? que has cumplido uno de tus sueños, ponerte delante de uno de esos micros amarillos del imperio :p. No sabes la ilusion que me hace leer eso, pq creo saber lo que puede llegar a significar para ti :D. Solo espero que sea el inicio de algo grande para alguien todavia mas grande, muy grande diria yo y que desde luego se merece todo lo bueno que le pase.

El ingles se ha esperado tantos años como se puede esperar algo mas no? jajaja

Viendo que el aspecto laboral va viento en popa, solo me cabe esperar que el resto (familia, etc, etc) vaya igual de bien.

Como puedes ver... me he hecho un blogspot yo tambien. Ya te contaré algun dia la razon jaja, aunque creo que podrias imaginarlas si piensas un poco simplemente.


Un abrazo muy muy grande

Enric Tomàs dijo...

El periodo becario pero el recuerdo muchas veces permanece. No sólo en nosotros, sino en los que escogen plantillas. Lo que te toca ahora es difícil: ser una auténtico paparra e ir a dar la lata cada X tiempo, siempre sin ser pesado y sin dejar tiempo para el olvido.

Esther del Campo dijo...

Yo he llegado a la conclusión que no se aprende en clase, sinó trabajando, con la rutina del día a día en una redacción. En estos tres primeros años de carrera, he tenido la gran suerte de poder trabajar casi desde el primer día, muchos fines de semana haciendo cierre de diario a las 12 de la noche, una nochecita electoral (municipales por eso, pero cargada de emoción por los pueblecitos de las comarcas) hasta las 2 y pico, veranos, colaborar y colaborar, con la cámara a cuestas y el micro también... pero no se los cambio a nadie! Seguro que has llegado a la misma conclusión que yo! :D
Yo el curso pasado estuve en la redacción de Punto Radio, en Tarragona, que también es pequeñita, y es en los sitios pequeños donde más se aprende!
Muchos ánimos!!!! Viva los becarios!!!! ;)